El pasado lunes, se inauguró en el Museum of Modern Art New York la
muestra de “Picasso Esculturas” la cual recorre 62 años en la carrera
escultórica del artista, entre 1902 y 1964, dividida en nueve etapas y con
más de 140 piezas.
Dentro de la obra artística de Picasso, sus esculturas han sido dotadas de
un cierto misticismo por parte de la crítica, debido a su particular enfoque
frente a los materiales y procesos. Pero sobre todo, debido al largo tiempo en
el que la mayor parte de sus creaciones en este medio permanecieron en su
taller como objetos de experimentación.
Aprovechando que estos días hemos estado tratado temas acerca de lo que
implica “mirar”, pensamos en compartir una pequeña reflexión del
historiador de arte Ernst Gombrich de su obra “Arte e ilusión” (Phaidon
Press) que hace referencia justamente al papel de la mirada en la obra del
genio malagueño.
“El artista puede usar la semejanza para elaborar su magia de
transformación. Picasso lo hizo precisamente cuando creó su maravilloso
chimpancé de bronce con su cría (1951). Tomó un coche de juguete, tal vez
del cuarto de sus hijos, y lo convirtió en una cara de chimpancé. Fue capaz
de mirar el capó y el parabrisas del coche como una cara, y este acto de
nueva proyección sobre las formas le inspiró a verificar el hallazgo. Aquí
como ocurre tan a menudo, el descubrimiento por el artista de una
inesperada utilidad del coche ejerce sobre nosotros un doble efecto. No
sólo le seguimos en cuanto a ver un determinado coche como una cara de
un chimpancé, sino que aprendemos en este proceso una nueva manera
de articular el mundo, una nueva metáfora …”
Picasso Sculptures Museum of Modern Art New York
September 14, 2015–February 7, 2016
Análisis de Formas 